El objetivo de la nueva Ley de Calidad Agroalimentaria de Castilla-La Mancha es modernizar el marco normativo del sector, adaptándolo a las necesidades actuales,
reforzar la competitividad de los productos agroalimentarios de la región, garantizar la transparencia y trazabilidad en toda la cadena alimentaria, y ofrecer mayores
garantías a los consumidores.
Principales novedades:
- Reconocimiento y regulación de entidades de control independientes, que velarán por el cumplimiento de los requisitos de calidad y evitarán la
competencia desleal.
- Mayor protección al consumidor, con normas que refuerzan la seguridad alimentaria y la información veraz sobre el origen y calidad de los productos.
- Impulso a la promoción comercial de los productos con calidad diferenciada y apoyo a su internacionalización.
- Además de promover nuevas figuras de calidad de las reguladas a nivel europeo-Denominación de Origen Protegida, Indicación Geográfica Protegida,
Especialidad Tradicional Garantizada y producción ecológica-, buscar nuevas fórmulas de diferenciación de los productos de Castilla-La Mancha, mediante
la utilización de marcas regionales que pongan en valor nuestros productos.
La producción artesana, los canales cortos de comercialización, los mercados locales, son opciones para pequeñas producciones y para productos de
determinadas zonas que tienen difícil acceso a vías convencionales de comercialización.
- Uno de los objetivos clave de la futura Ley de Calidad Agroalimentaria es reforzar los mecanismos de control, tanto los ejercidos directamente por la
Administración como aquellos delegados en entidades de control, con el fin de incrementar las garantías tanto para el consumidor como para el productor.
Para ello, se contemplan varias líneas de actuación:
• Fortalecimiento del control público, con un refuerzo específico de la labor que realizan los inspectores de la Administración regional.
• Mejora del control delegado, asegurando una supervisión más rigurosa y eficaz sobre las entidades a las que se ha encomendado la certificación
de figuras de calidad.
• Impulso a la trazabilidad, a través de nuevas herramientas informáticas y una mayor integración de los sistemas de control a lo largo de toda la
cadena alimentaria. Ejemplos concretos son el Registro Electrónico de Controles (REC), la informatización de los libros de bodegas o la digitalización del control de movimientos de mostos.
- Y, por último, regulación de los órganos de gestión de las figuras de calidad.
Esta ley refuerza el papel estratégico del sector agroalimentario en la economía de Castilla-La Mancha.
La consulta pública del borrador del Anteproyecto de la Ley de Calidad Agroalimentaria de Castilla-La Mancha se ha hecho en el año 2020.