La regeneración de áreas urbanas y periurbanas con restauraciones ecológicas permiten una mejora ambiental reflejada en una óptima calidad del aire, la salud y los servicios ecológicos, a través de programas de reforestación con especies autóctonas.
El Decreto 86/2018, de 20 de noviembre, de medidas para facilitar la actividad urbanística de la ciudadanía y los pequeños municipios refleja en el contenido de la calificación la necesidad de fijar la superficie de terrenos que deba ser objeto de reforestación con especies arbóreas autóctonas o de medidas excepcionales de apoyo a la regeneración natural de la vegetación para preservar los valores naturales o agrarios de éstos y de su entorno.
La creación de zonas verdes en áreas urbanas queda también plasmada en la Estrategia de Cambio Climático de Castilla-La Mancha. Horizontes 2020 y 2030, que propone además medidas para la adaptación al cambio climático, la planificación y diseño de infraestructuras menos vulnerables y el incremento de la resiliencia de los servicios e infraestructuras de los entornos urbanos Así mismo propone el fomento de los sumideros urbanos y periurbanos, el fomento y conservación de la diversidad biológica autóctona y la prevención de los efectos del cambio climático en la salud mediante la planificación territorial y la inclusión en el espacio urbano de espacios y dispositivos resilientes que minimicen el “efecto isla”.
Para impulsar actuaciones de carácter innovador para la adaptación de los municipios al cambio climático, se publica en abril de 2021 la regulación de ayudas para el diseño e implementación de zonas de bajas emisiones y actuaciones de mejora de la biodiversidad, conectividad verde, vulnerabilidad ante inundaciones, actuaciones de mejora de la infraestructura azul, soluciones basadas en la naturaleza, en el marco de los Planes de Impulso al Medio Ambiente Cambio Climático (PIMA-CC), con dos líneas subvencionables:
1. Primera línea: diseño e implantación de zonas de bajas emisiones en municipios con una población entre 50.000 y 100.000 habitantes.
2. Segunda línea: actuaciones piloto de carácter innovador para la adaptación al cambio climático de espacios urbanos y periurbanos.
En junio de 2021 se publica la convocatoria de la primera línea, con un presupuesto de 500.000 euros hasta finales de 2023, y en julio de 2021 se publica la convocatoria de la segunda línea, dotada con 464.450 euros, para municipios con una población inferior a los 100.000 habitantes que presenten un proyecto de actuación en su entorno, conforme a tres tipologías:
a) Aplicación de soluciones basadas en la naturaleza orientadas a la prevención de riesgos asociados al cambio climático en espacios urbanos y periurbanos: riesgos por altas temperaturas, riesgo de incendios en el espacio urbano-forestal, inundaciones, sequías, etc.
b) Intervenciones en espacios públicos orientadas a atenuar el efecto isla de calor urbana (sombreado natural o artificial de calles y plazas, reducción de la impermeabilidad del suelo, captación de aguas pluviales, creación de microclimas con láminas de agua, aplicación de soluciones bioclimáticas, etc.).
c) Incremento de la biodiversidad y de la infraestructura urbana verde y azul: aumento y naturalización de zonas verdes urbanas y mejora de hábitats, protección de fauna y flora silvestre, procesos ecológicos clave, jardines verticales, tejados verdes, restauración o rehabilitación de zonas húmedas, presencia de vegetación adecuada en parques y jardines, restauración de tramos urbanos de ríos, zonas inundables, mejora de la conectividad natural entre el medio urbano y periurbano, etc.
Ambas líneas están destinadas a municipios, mancomunidades y diputaciones. Los ayuntamientos de Ciudad Real, Toledo, Guadalajara, Cuenca, Talavera de la Reina, Robledo, Orgaz, Pozo Lorente, Guadamur y Manzanares han sido adjudicatarios.