El marco de la política energética y climática de Castilla-La Mancha en el horizonte 2030 viene determinado por las políticas que se están ya desarrollando en España como el Marco Estratégico de Energía y Clima estatal, integrado por la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, por la Estrategia de Transición Justa y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), en línea con los objetivos definidos por la Unión Europea.
Adicionalmente, la Ley 1/2007 de 15 de febrero, de fomento de energías renovables e incentivación del ahorro y eficiencia energética, establece que se debe abordar la planificación y elaboración de Plan Estratégico de Desarrollo Energético y un Programa de Fomento de las Energías Renovables.
En consecuencia, se ha trabajado en la elaboración del Plan Estratégico para el Desarrollo Energético de Castilla-La Mancha, Horizonte 2030 (PEDE C-LM) como la herramienta fundamental para la reorientación de la política energética de nuestro territorio fijándose las directrices, objetivos, medidas e inversiones asociadas en el ámbito energético hasta 2030: energías renovables, autoconsumo y eficiencia energética, englobando todas las tecnologías energéticas susceptibles de aprovechamiento. Está alineado con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 del Gobierno de España, que contempla entre otras cosas el potenciar el fomento de energías renovables con especial impulso del autoconsumo, la eficiencia energética y la movilidad sostenible.
El 24 de mayo de 2022 el Consejo de Gobierno acuerda la aprobación del PEDE C-LM y el 2 de junio de 2022 se publica en el DOCM, lo que supone un importante acelerón en transición energética, constituyendo la hoja de ruta que impulsa las renovables, la eficiencia energética y el autoconsumo.
Dicho Plan pretende definir el futuro energético de la región con el objetivo de construir un modelo energético más sostenible y comprometido con el medio ambiente a partir de un análisis de la realidad actual, los instrumentos empleados y los resultados obtenidos en los últimos años, aplicándose en todos los sectores consumidores presentes. Contempla inversiones cercanas a los 20.000 millones de euros y la creación de cerca de 9.000 empleos al año en su desarrollo inicial, que pueden llegar a convertirse en 16.000 empleos al año llegado 2030, además de lograr la reducción de un 38 por ciento de las emisiones de CO2 asociadas al consumo de energía.
Castilla-La Mancha es referencia nacional en el desarrollo de las energías renovables, con el 79 por ciento de su mix energético procedente de las mismas. Las inversiones asociadas al sector eléctrico de energías renovables ascienden a 10.453 millones de euros. Las mayores inversiones se van a realizar en energía fotovoltaica, seguida de la energía eólica, y la termoeléctrica.
Se ha producido un importante crecimiento de la potencia instalada en fotovoltaica en los últimos años, pasando desde 1 MW instalado en el año 2000, a 765 MW instalados en el año 2008 y 1.746,20 MW instalados en el año 2019. La energía solar fotovoltaica en la región es fundamental, cuenta con 11.565 instalaciones que producen 1.963,66 GWh (año 2019), convirtiendo a Castilla-La Mancha en la primera Comunidad Autónoma en producción de España.
Y para consolidar esta tendencia, el Consejo de Gobierno celebrado el 21 de junio de 2022 toma en consideración y da su conformidad a la tramitación de la proposición de Ley de medidas para la agilización administrativa de los proyectos de energías renovables, aprobada por las Cortes de Castilla-La Mancha en la sesión plenaria de 28 de julio de 2022, y publicada en el DOCM de 11 de agosto de 2022.
Castilla-La Mancha es la región donde se han puesto en servicio más MW renovables en 2022, siendo ya la segunda comunidad autónoma de España con mayor potencia de generación renovable instalada.