El Plan de Salud Mental de Castilla-La Mancha 2018-2025 se marca entre sus objetivos generales la prevención del suicidio, y para ello establece dos líneas de acción: elaborar y aplicar estrategias de prevención de la depresión y el suicidio prestando especial atención a colectivos de mayor riesgo, mejorando la respuesta ante autolesiones y conductas suicidas; y colaborar con asociaciones, colegios profesionales e instituciones implicadas en la prevención de la depresión y el suicidio.
Desde este marco, Castilla-La Mancha ha definido una 'Estrategia para la prevención del suicidio' que establece 4 líneas estratégicas, cada una de ellas con objetivos y acciones específicas. Así, la línea 1 se centra en la generación y gestión del conocimiento; la línea 2 en la prevención del suicidio e intervención ante conductas autolíticas en población adulta; la línea 3 se focaliza en la prevención del suicidio e intervención ante conductas autolíticas en población infanto juvenil, y, por último, la línea 4 se centra en la prevención del suicidio e intervención ante conductas autolíticas en población adulta mayor y personas frágiles.