El proyecto del futuro parador de Molina de Aragón representa un indudable beneficio para una zona con un enorme potencial turístico por su belleza y su oferta cultural, patrimonial y natural, así como por la contribución del mismo al desarrollo de oportunidades en una comarca que necesita estímulos que permitan su dinamización económica.
Tras la publicación de la licitación de la primera fase de las obras del Parador a comienzos del año 2012, por seis millones de euros, el proyecto sufre una paralización de cinco años.
El 1 de diciembre de 2016, el Gobierno regional insta al Gobierno de España a que agilice las obras. La respuesta del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital llega el 13 de marzo de 2017, afirmando que la ejecución de la obra se encontraba al 19%, con la previsión de su finalización para el mes de junio de 2019. La irrupción de la pandemia de covid-19 provoca nuevos retrasos en la obra.
El Ejecutivo regional continúa instando la agilización de las obras en 2019, en una reunión del presidente García-Page con el presidente de Paradores, que contó con la asistencia del alcalde de Molina de Aragón; y en 2020 en la celebración del Día Mundial del Turismo, que tuvo lugar en Molina de Aragón y Sigüenza y que supuso la visita del presidente de Castilla-La Mancha a las obras del Parador quien manifestaba sobre su puesta en funcionamiento `cuanto antes, mejor´.
Se espera que abra sus puertas a lo largo de 2024, según confirma la presidenta de Paradores y el propio presidente del Gobierno de España en Fitur.
El Parador de Molina se ubica en una parcela de 42.000 metro cuadrados, con 22 habitaciones distribuidas en tres plantas, bar-cafetería, comedores, dos salones de convenciones con un aforo entre 300 y 500 personas, salones sociales, jardines y aparcamiento para 60 vehículos.