Desde el Gobierno regional planteamos una estrategia de aproximación empresarial al modelo de explotación de la economía circular. Para ello, se busca potenciar la rentabilidad mediante la extensión de tecnologías, el escalado y la integración intersectorial en cadenas de valor regionales para la reutilización de recursos disponibles en la región, que abarquen las fases del suministro de la materia prima (biomasa agrícola y forestal, incluyendo residuos de explotaciones primarias y de industrias de 1ª y 2ª transformación; biomasa ganadera y de la industria agroalimentaria, incluyendo residuos generados tanto en explotaciones primarias como en industrias transformadoras; biomasa de origen industrial no alimentario, como industrias textiles o químicas; y nuevos cultivos agro-energéticos para la extracción de compuestos que además permiten recuperar tierras abandonadas), el transporte, el tratamiento en las industrias y empresas químicas transformadoras, la generación energética y producción de nuevos productos, hasta la utilización final por parte de las empresas consumidoras (fertilizantes, piensos, y pesticidas para las cooperativas agrícolas y ganaderas; bio-plásticos para la industria logística, de packaging y el envasado; polímeros para la industria textil, composites o mueble).
El Plan de Acción en favor de la economía circular de la Unión Europea es clave en la política ambiental comunitaria hasta 2030 y, para ello, Castilla-La Mancha aporta su labor y saber hacer a este objetivo común en intensa y leal colaboración interinstitucional.
Alineado con esto:
- El Consejo de Gobierno ha aprobado el Plan Integrado de gestión de residuos de Castilla-La Mancha, que fue publicado el 29 de diciembre de 2016.
- El 15 de septiembre de 2017 se suscribe un convenio con Ecoembes para incrementar la recogida selectiva de residuos en edificios públicos.
Asimismo, se ha implementado la convocatoria 2018, para proyectos de mejora de gestión de residuos domésticos, de construcción y de demolición por parte de entidades locales de Castilla-La Mancha.
Las tres R (reducción, reutilización y reciclaje) son los pilares de aplicación sucesiva en los que se basa la economía circular y un nicho de negocio económico para la industria regional que contribuye, además, a la preservación del medio ambiente y de la biodiversidad, a la vez que palía o evita las amenazas por la acumulación de residuos.
El 12 de diciembre de 2019 se publica en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha la Ley 7/2019, de 29 de noviembre, de Economía Circular de Castilla-La Mancha. Y en marzo de 2021, la Estrategia de Economía Circular de Castilla-La Mancha.