Agua, motor de vida y desarrollo
Quiero plantear una iniciativa legislativa que se lleve al Congreso de los Diputados, que no es fácil de enhebrar, que puede crear alguna controversia, pero
créanme, tiene una lógica aplastante. Y lo está demostrando ni más ni menos que el ciclo de sequía que padecemos. Y es que se apruebe una normativa en España, por cierto, en coherencia con la Normativa europea, con rango de ley, una ley, una Normativa que termine obligando a que antes de que puedan utilizarse las aguas superficiales de los ríos, se tenga la obligación de utilizar el agua desalada del mar. Estoy dispuesto a apoyar que el Estado invierta en nuevas desaladoras. Me consta que en El Levante están esperando nuevas inversiones, además financiadas por fondos europeos, porque ahora curiosamente allí piden desaladoras. Antes de que una tierra seca en el centro de España tenga que pedir agua del mar, creo que sería razonable, saludable establecer algo tan de sentido común, como que, antes de que se lleven el agua de nuestros ríos, utilicen el agua que tienen a un metro, el agua desalada.
El pleno celebrado en las Cortes de Castilla-La Mancha el 26 de octubre de 2017 aprueba una resolución en la que se insta al Gobierno regional a solicitar a la Administración General del Estado a impulsar la desalación, como forma de satisfacer las necesidades de las regiones costeras, de forma que se garantice el desarrollo sostenible de dichas regiones a la vez que se insta al Gobierno central a implementar una política hidráulica que garantice los derechos de las cuencas cedentes, los caudales ecológicos de los ríos y el impulso a las fuentes alternativas de los recursos hídricos como la desalación en el Levante español y un modelo de desarrollo equilibrado y sostenible, compatible con la solidaridad interterritorial.
El Presidente de Castilla-La Mancha cierra plazos para presentar en 2018 una iniciativa legislativa a las Cortes generales que contemple la obligación de utilizar el agua procedente de las desaladoras de forma prioritaria a otras fuentes. El primer paso de esta iniciativa se ha dado en las Cortes Regionales en las que, entre otras cosas, se ha instado al Gobierno de España a establecer legalmente la imposibilidad de trasvasar aguas no excedentarias, considerándolas como aquellas que pongan en riesgo los usos prioritarios y necesarios presentes y de futuro en la cuenca cedente, teniendo en cuenta los ciclos hídricos que se producen en nuestra región, y previendo la profundidad de los periodos secos frente al menor impacto de los húmedos.
Entre 2010 y 2020, España aumentó su captación de agua procedente de desalación un 80%, hasta superar los 192 hectómetros cúbicos, lo que representa el casi un 6% del consumo total. En el año 2000 solo representaba el 2%, alcanzando, según la Asociación Española de Desalación y Reutilización, los 5 hm³/día de agua desalada para abastecimiento, riego y uso industrial, lo que implica más de 1.800 hm³ al año.
El Gobierno de España se comprometió en enero de 2023 a aportar 547 millones de euros para mejorar la capacidad de las desaladoras existentes y dotarlas de energía procedente de plantas fotovoltaicas que permitan abaratar su coste de funcionamiento con el objetivo de reducir el agua derivada desde el Trasvase Tajo-Segura y su cambio por agua desalada.
El nuevo Plan Hidrológico del Segura 2022-2027 aumenta la desalación de su cuenca de 149 a 340 hectómetros cúbicos de agua al año con el nuevo Plan Hidrológico de la cuenca del Segura.