El Gobierno regional aprobó, en febrero de 2016, la instrucción técnica de planeamiento sobre determinados requisitos sustantivos que han de cumplir las obras, construcciones e instalaciones en suelo rústico.
Desde que fue aprobada la modificación que flexibiliza los requisitos para que las empresas del sector secundario puedan ampliar sus instalaciones y afianzarse en suelo rústico, cuando no tienen la posibilidad de hacerlo en suelo industrial, han sido más de 200 las actividades que se han beneficiado de esta innovación normativa.
La modificación de la instrucción técnica de planeamiento ha sido un primer paso y un adelanto, que estaba siendo reclamado con carácter urgente por los ayuntamientos y que ya está dando frutos, permitiendo la implantación de empresas en la región. Una modificación que permite con carácter excepcional que determinadas industrias puedan instalarse en terreno rústico, que antes tenían que irse a otros municipios con polígonos industriales o a otras comunidades autónomas. Ahora, y previa elaboración de un informe técnico que certifique que no se perjudica al medio rural, se puede hacer una excepción y autorizar la implantación en terreno rústico de determinadas empresas, sin tener que proceder a la recalificación.
Posteriormente, a través del Decreto de medidas para facilitar la actividad urbanística de la ciudadanía y de los pequeños municipios, aprobado en noviembre de 2018, se ha modificado el Reglamento del Suelo Rústico y, entre las medidas establecidas, se encuentra la eliminación de las distancias mínimas entre establecimientos hosteleros.