El daño cerebral sobrevenido, sus secuelas y limitaciones acompañantes son un problema de alta prevalencia, creciente y que precisa de múltiples actuaciones para reducir su impacto en la población.
Las patologías que pueden derivar en una situación de daño cerebral sobrevenido son los accidentes cerebrovasculares (ictus), los traumatismos craneoencefálicos, la anoxia o hipoxia cerebral, los tumores cerebrales y su tratamiento o las encefalopatías.
En este sentido y a modo de ejemplo, cabe destacar el Código Ictus del SESCAM, puesto en marcha en 2015, que permite dar respuesta con rapidez a quienes sufren un ictus. En el marco del Código Ictus se está avanzando en la implementación de un protocolo regional de Teleictus, cuyo objetivo es mejorar la capacidad de respuesta ante esta patología.
En este contexto, el Gobierno regional trabaja en el diseño de una estrategia para la atención al daño cerebral sobrevenido que amplíe la coordinación entre las diferentes consejerías implicadas en la atención a las diferentes fases evolutivas de estos pacientes, orientado a una mejora en la eficiencia de los recursos públicos y a garantizar la mejor atención para estos pacientes.
Así, se ha elaborado un documento que establece las bases que han de regir esta estrategia, que va a conllevar la puesta en marcha de varios grupos de trabajo, con la mirada puesta en el abordaje del daño cerebral sobrevenido en sus fases aguda, subaguda y crónica.